El
objetivo de este blog es poner al descubierto los mensajes ocultos,
las interpretaciones y las posibles interpretaciones (ortodoxas o
heterodoxas) que subyacen en algunas de las películas más
enigmáticas de la historia del cine. No pretendo ofrecer aquí una
interpretación definitiva que cierre para siempre la vía a nuevas
relecturas, sino que mi objetivo es tan solo ofrecer mi
interpretación discutida y discutiblecomo cinéfilo empedernido que
soy
El
título de este blog hace referencia -como los cinéfilos más
avezados ya habrán podido comprobar- a la película Blade Runner, de
Ridley Scott (1982) En el Directos's Cut, casi al final del
filme, un sorprendido Deckard recoge del suelo de su departamento un
unicornio de papiroflexia realizado presumiblemente por su misterioso
acompañante, el también Blade Runner, Gaff. Escogí este título
porque considero al unicornio de papel como el paradigma de los
símbolos ocultos y de las múltiples interpretaciones que subyacen
en algunas películas de la historia del cine. Solo a un grupo
escogido de directores les gusta ponérselo difícil al espectador,
obligarle a reflexionar, a que enriquezca con sus propias reflexiones
el mensaje que quiso transmitir el director.
No
voy a detenerme en las múltiples vicisitudes en las que se vio
envuelto el rodaje de la película ni en cual de la versiones de la
película es la mejor y definitiva, asi que voy a a hacer referencia
a la Director's Cut de 1992 a la que considero la más
equilibrada de todas las versiones, despojada del final feliz
-totalmente innecesario- y de la voz en off, que aporta mucha
información innecesaria y humaniza en exceso al personaje. Partiendo
de una puesta en escena que es un auténtico goce para la vista y el
oido y de un argumento aparentemente simple de carácter neo-noir, el
filme despliega una compleja red de reminiscencias y dobles y triples
lecturas a partir de una serie de elementos simbólicos sobre los que
voy a centrar mi análisis.
1.-Los
ojos: en la primera escena del filme vemos un ojo sobre cuya
pupila se reflejan las luces de los edificios de la ciudad y las
llamaradas de la chimenea, un reflejo de la ciudad que a
continuación se nos mostrará en un vuelo que culmina en el
gigantesco edificio de la Tyrrell Corporation. Son los ojos de
alguien que observa, extasiado quizá ante el enorme progreso
tecnológico y la fastuosidad de aquella ciudad y de aquella
civilización tan avanzada.
Es
a través de un análisis de la ausencia de respuesta emocional
expresada a través del movimiento de los ojos frente a las
respuestas del test Voight-Kampff como se descubre a los replicantes;
porque los replicantes carecen de sentimientos. Asimismo todos los
replicantes poseen en los ojos un resplandor rojizo análogo al
«efecto ojos rojos» observable en los retratos hechos con flash.Y
es que los ojos cumplen una doble función: son la ventana a través
de la cual el ser humano sale al encuentro del otro pero son a su vez
la ventana abierta a través de la que el resto de seres humanos
perciben lo que hay dentro de nosotros. Asimismo la mirada del otro
es ventana y espejo a la vez, pues en la medida que nos dejamos
conocer y salimos al encuentro del otro aumenta el conocimiento de
nosotros mismos. Es lo que Levinas definió magistralmente como la
“filosofía del rostro”. Pero este camino de encuentro y de
autodescubrimiento se volvería unidireccional en el supuesto de que
el hombre se encontrara ante un replicante que carece de
sentimientos.
A
medida que avanza la película, y tal como observó Tyrrell en sus
creaturas, los replicantes van adquiriendo sentimientos, cumpliendo
así el lema de la compañía: más humanos que los humanos; desde
aquí se entiende esa conmovedora escena en la que Roy cierra los
ojos a Priss, a la que Deckard acaba de “retirar” a sangre fría,
un gesto que simboliza el cierre del espejo del alma una vez que ésta
ha abandonado el cuerpo y que está cargado de compasión y ternura.
Si
los replicantes tienen inteligencia, apariencia humana e incluso
sentimientos, ¿qué les falta para poder ser considerados humanos?
En el emblemático discurso final de Roy encontraremos una posible
respuesta. Roy, sintiendo ya próximo su final, expone ante Deckard
todo lo que ha contemplado a lo largo de su breve vida durante
su trabajo en el espacio exterior, cosas en las que ningún humano
puede creer porque nadie las ha visto; consciente de que sus
recuerdos y sus sentimientos se perderán con el cuando muera. En el
siguiente apartado tendremos ocasión de profundizar en este aspecto.
2.-
Las fotografías: Los replicantes parecen tener una especial
atracción por las fotografías:El análisis de una fotografía
encontrada en la habitación del hotel donde se hospeda Kowalski
conduce a Deckard hasta Zhora y Rachel esgrime un retrato de si misma
junto a su madre cuando era niña como prueba de que no es una
replicante. En definitiva, la posesión de fotografías implica haber
nacido y crecido y no haber sido creado como un adulto, la principal
diferencia entre un humano y un replicante.
La
fotografía permite reproducir fielmente la realidad, congelar sobre
un papel un instante del pasado para revivirlo posteriormente, de tal
manera que una fotografía bien puede considerarse el paradigma de
los recuerdos. El ser humano, a medida que avanza su vida, va
acumulando una sucesión de recuerdos, experiencias, sentimientos,
sensaciones, percepciones, etc, que en cada ser humano se combinan en
el interior de su mente que hace de cada ser humano algo único e
irrepetible. Para que la formación de este mundo interior sea
completa es preciso que el ser humano viva en sociedad, donde se
entrecruzan estas experiencias y sensaciones anteriormente descritas
con las de los otros seres humanos. Es en este salir al encuentro del
otro, en palabras de Mounier, lo que otorga al ser humano la cualidad
de persona, dotada de un cuerpo humano y de un mundo interior que
hace de cada uno de nosotros alguien exclusivo y, por lo tanto,
dotado de un valor absoluto. Asi pues, no es solo el haber sido
creados lo que distingue a los humanos de los replicantes, es tambien
carecer de ese mundo interior que convierte a los seres humanos en
personas.
Y
hablando de fotografías, en una escena podemos observar cómo
Deckard se queda encima dormido sobre el piano y encima de éste hay
infinidad de fotografías de diferentes épocas y personas, en su
sueño aparece un unicornio cabalgando por el bosque, lo cual nos
lleva al siguiente simbolo.
3.-
El unicornio: A lo largo del filme hay diseminados una serie de
indicios acerca de cuál es la verdadera naturaleza del personaje,
siendo el unicornio el más esclarecedor de todos ellos, de ahí que
ha sido un símbolo que ha aparecido y desaparecido a lo largo de las
diferentes versiones del filme. Pasemos a enumerar estas pistas:
1)
Gaff realiza tres figuritas con sus manos que se corresponden a
reacciones de Deckard, como si éste pudiera conocer los pensamientos
del protagonista:
Cuando Deckard manifiesta su renuncia a
volver a ejercer de Blade Runner Gaff realiza una gallina de
papiroflexia, que simboliza el miedo del protagonista
Cuando
Deckard conoce a Rachel Gaff construye una figura antropoide dotada
de un pene mediante una cerilla, que simboliza la atracción que el
protagonista siente hacia Rachel.
El
unicornio que Deckard encuentra en el suelo de su apartamento se
corresponde con el unicornio que al protagonista se le apareció en
sueño.
2)
los replicantes parecen tener una especial atracción por las
fotografías, y en el departamento de Deckard las hay en abundancia.
3)
Todos los replicantes poseen un reflejo rojo en sus pupilas,
similar al “efecto ojos rojos” característico de las fotografías
con flash, y en cierta escena a Deckard se le ve ese mismo reflejo en
una escena breve y un tanto borrosa
4)
cada replicante se identifica con un animal: Kowalski con las
tortugas (acerca de este animal giran las preguntas del test
Voight-Kampff), Rachel con las arañas (en el sueño que Deckard le
describe y mediante el que descubre su verdadera identidad), Roy con
el lobo (aulla mientras persigue a Deckard), Priss con los mapaches
(su maquillaje blanco con una franja negra sobre el ojo le confiere
cierto parecido a este animal y Deckard con el unicornio.
En conclusión, Deckard es sin duda
alguna un replicante, creado (o reprogramado) con el objeto de
detectar y perseguir a otros replicantes; de ahí que se identifique
con un animal mitológico -el unicornio, presente en múltiples
historias y leyendas de la cultura occidental-, porque oficialmente
Deckard no existe, pues es un proscrito como los demás replicantes,
pero al que se le permite vivir pues nadie mejor que uno de los suyos
para distinguir a un replicante de un humano sin miedo a equivocarse;
esa es la “magia” a la que se refiere el jefe de policia.
El
protagonista emprende la búsqueda de unos replicantes que en último
término le llevará a encontrar su verdadera naturaleza en una
ciudad de gigantescos edificios donde el aire está tan contaminado
que apenas llega la luz del sol y cae constantemente una lluvia
malsana y cuyas calles están atestadas de gente de toda raza y
cultura y vacías de humanidad, sometidas a un constante bombardeo de
slogans publicitarios proferidos a través de múltiples rótulos de
neón y pantallas gigantes que insisten machaconamente en que hay una
vida mejor en las colonias exteriores, lejos de este mundo
contaminado y superpoblado; donde solo quedan aquellos que no cumplen
los requisitos para vivir fuera de la tierra.
Y si los indicios que apuntan a la
verdadera identidad de Deckard son tan evidentes, ¿Por qué sigue
habiendo gente que a través de la red sigue negando que sea un
replicante? Quizá porque en el fondo quienes han visto la película
se sienten identificados con el personaje de alguna manera ¿quien no
se ha sentido alguna vez como el personaje, alienado, saturado con
tanta publicidad, solo en medio de la multitud, realizando un trabajo
que detesta? ¿Son propios nuestros recuerdos o bien son los medios
de la comunicación y la publicidad en general quien nos “programa”
para que pensemos, sintamos, percibamos conforme la sociedad y las
grandes corporaciones desean? Ciertamente todavía no hemos podido
crear replicantes físicos, pero ¿acaso esta sociedad posmoderna no
ha creado replicantes “espirituales, seres humanos alienados,
dotados de pensamientos e ideas que no les pertenecen?
4.-
El creador: Roy, el lider de los
replicantes, es el alter ego de Deckard. igual que éste, el
también está buscando una persona, concretamente al ser humano que
lo creó. Sus pesquisas le llevan hasta la vivienda de J. F.
Sebastian, un ingeniero genético de la compañía Tyrell que vive
con la única compañía de unos androides que el mismo ha fabricado
y que sufre envejecimiento prematuro. Aprovechando que Tyrell y
Sebastian juegan una partida de ajedrez a distancia Tyrell logra
encontrarse cara a cara con su creador y le solicita que prolongue su
vida y la de los suyos, a lo que Tyrell se niega, aduciendo que no
puede o no sabe revertir las leyes que rigen la vida que ha creado,
por lo que Roy, indignado lo mata con sus manos al igual que a J. F.
Sebastian.
Es
en la escena anteriormente descrita donde la película despliega toda
su gran carga simbólica y sus dobles y triples lecturas que la
convierten en un filme único. Observemos en primer lugar a J. F.
Sebastian compartiendo su vida rodeado de aquellos muñecos con
apariencia de juguetes surgen varios interrogantes: ¿Acaso fuimos
creados como simple divertimento de un creador que se sentía
aburrido y solo? ¿Es el deseo creador del hombre un intento de
prolongar su vida en otro seres más allá de su vida caduca? ¿Es el
hombre libre o una marioneta en manos de su creador? Por otra parte,
su imagen de creador lisiado lo entronca con Hefesto, el dios griego
famoso por su fealdad y su cojera, el responsable de la creación de
Pandora, la mujer enviada por Zeus para introducir el mal en el
mundo. De alguna manera, Roy es la nueva Pandora, que llega a la la
tierra para diseminar dolor y tortura (el fabricante de ojos y
Deckard) y la muerte.
Sebastian
conduce a Roy hasta el gigantesco edificio con forma de zigurat con
el pretexto de una jugada de la partida de ajedrez que mantienen a
distancia. Cara a cara con su creador, Roy le solicita que prolongue
su vida y la de sus congéneres, a lo que se niega aduciendo que no
puede revertir las leyes que rigen lo que ha creado, por lo que Roy,
indignado, lo mata con sus manos. Y si Sebastian era la encarnación
de Hefesto en esta revisión posmoderna de los mitos clásicos, Roy
encarna a Prometeo que se rebela contra el padre de los dioses
(Tyrell, que vive en un edificio con forma de Zigurat que resalta su
carácter divino) bajando a la tierra para liberar a los hombres de
la dominación de los dioses que manejan su vida como si se tratara
de una gran partida de ajedrez. Y no solo encarna a Prometeo, sino
también a Quetzalcoatl, al angel caido de Milton y la tradición
judeocristiana, porque la rebelión contra Dios debido al mal en el
mundo está presente a lo largo de la historia de muchas y muy
variadas formas.
Pero
este mito posmoderno va más lejos que los mitos clásicos pues la
rebelión del hombre contra Dios llega a su punto culminante con la
muerte del creador a manos de su creatura. Como ya profetizara
Nietzche a principios de siglo, el hombre posmoderno ha sacrificado a
dios en aras de la tecnología, ha sustituido el culto a Dios por el
culto a la razón y al progreso; al no haber encontrado en dios
respuestas satistactorias al problema del mal, a la muerte, al
sentido de la vida, lo ha matado para vivir libremente una existencia
sin sentido aferrándose al progreso como respuesta a sus preguntas.
Al
enterarse de que Tyrell ha sido asesinado, Deckard va en busca de
Roy, pero durante la persecución Deckard pierde su arma, por lo que
el cazador se convierte en la presa de un Roy cada vez más
debilitado ante la inminencia de su muerte. Su persecución les lleva
hasta la azotea del edificio, donde Roy salva a su perseguidor de una
muerte segura para acto seguido morir dejando escapar de sus manos
una paloma, símbolo del espíritu en la tradición judeocristiana.
Roy, el angel caido, obtiene en el último momento la salvación de
su alma al salvar la vida de su verdugo al igual que Don Juan que obtuvo la redención por amor
Blade
Runner es, en resumen, una película única por sus dobles y triples
niveles de lectura y por su gran cantidad de referencias, que van
desde la mitología griega hasta la tradición judeocristiana.