Corría el año 1963
cuando Hitchcock estrena “Los pájaros”. Inspirándose muy
libremente en un relato escrito por Daphne Du Maurier que describe
como unas aves se abalanzan como si de un ataque kamikaze se tratara
sobre una localidad sembrando el terror y el desconcierto entre sus
habitantes. Este relato parte de un misterioso hecho real sucedido en
una localidad californiana en la que un grupo de gaviotas
-intoxicadas al parecer por la toxina de ciertas algas- enloquecieron
y se abalanzaron sobre sus habitantes que la autora enriqueció con
sus vivencias personales durante los bombardeos de la Segunda Guerra
Mundial.
Desde su estreno la
película generó en el subconsciente de todo cinéfilo la pregunta
¿por qué atacan los pajaros?, y muchas y muy variadas han sido las
respuestas, sobre todo si se tiene en cuenta de que el filme no
ofrece ninguna respuesta satisfactoria por boca de sus protagonistas
que despliegan toda una panoplia de posibles significados que abarcan
desde lo apocalíptico-religioso a lo científico (vease la
conversación en el bar) y que el propio director británico
respondió a las preguntas de los críticos de cine con respuestas
vagas y acomodaticias. Confieso que me produce cierta zozobra tirarme
a ese río de tinta creado por las múltiples interpretaciones que
los críticos han realizado sobre el filme y que mis respuestas a ese
gran interrogante pueden resultar disparatadas, pero supongo que todo
cinéfilo que se precie debe adentrarse tarde o temprano en la
retorcida mente de este genio que fue Hitchcock.
Más que preguntarse
por qué atacan habría que preguntarse qué significan los pájaros,
y la respuesta tiene nombre y apellidos: Melanie Daniels, la díscola
hija del dueño de un importante periódico de San Francisco que con
su rebeldía y su osadía es capaz de perturbar no solo la anodina
vida de Mitch, un oscuro abogado fascinado por esa mujer a la que
conoció en un juicio, sino también la de su familia y romper el
status quo de Bahía Bodega, un tranquilo pueblecito próximo a San
Francisco. El verdadero significado del filme se despliega a través
de unos diálogos cargados de metáforas y dobles sentido que
intentaré descifrar a continuación.
Mitch y Melanie
entran en contacto en una pajarería, en donde un sarcástico Mitch
consigue sacar de quicio a Melanie mencionándole el juicio en el que
él estuvo presente como abogado. A través de los diálogos se
descubre que Melanie, hija del dueño de un famoso periódico, indujo
a que un desconocido lanzara piedras a modo de venganza contra la
sede de un periódico rival y Mitch estuvo presente en el juicio
consiguiente en calidad de abogado. Mitch se quedó prendado de ella,
y la siguió hasta la pajarería; pero hay algo en los diálogos que
induce a pensar que nada en el encuentro es casual, resulta curioso
que se hable de los pájaros mina -conocidos por su capacidad de
imitar la voz humana- justo cuando Mitch entra en la tienda. Quizá
el pájaro que tanto espera Melanie sea en realidad el abogado...
Pero tampoco Bahia
Bodega se libra de su presencia perturbadora, pues nada más llegar
al pueblo se interesa por la familia de Mitch, a la que desconoce por
completo, y con sus preguntas revela un misterio que todo el pueblo
se esfuerza por esconder. Resulta extraño que al preguntar en la
tienda por el nombre de la hermana de Mitch desconozcan su nombre y
que le informen de que quien mejor la conoce es la maestra. ¿Y si no
fuera en realidad su hermana sino su hija y la maestra fuera su
madre? Eso explicaría porque durante el ataque de los pájaros la
maestra se muestra tan protectora con la hermana de Mitch. Se trata
de un pueblo donde todos se conocen y resulta extraño que no sepan
el nombre de la hija, o quizá no lo saben porque la hermana de Mitch
no existe... La clave está en la escena en donde Melanie y la niña
se encuentran por primera vez; ella se sorprende a ver a Kathy, tal
vez al constatar la diferencia de edad que hay entre ambos, a lo que
contribuye el vestido infantil que lleva la hermana de Mitch. En un
fetichista de la talla de Hitchcock, que llegaba incluso a elegir
personalemente la ropa de sus protagonistas femeninas, tales detalles
no resultan un asunto baladí.
En el diálogo que
entablan Melanie y la profesora se hace patente la relación que hubo
entre Mitch y ésta y que él es el motivo de que siga en el pueblo,
aunque la relación entre ambos se haya enfriado. O tal vez se quedó
en el pueblo ejerciendo como maestra para estar cerca de su hija...
¿Qué sentido tiene malgastar tu vida en una relación a todas luces
imposible. Y la presencia de Melanie no hace sino reabrir esas viejas
heridas y suscitar celos en la profesora. Tampoco resulta banal las
diferencias físicas entre ambas mujeres a la hora de comprender cómo
Mitch percibe a ambas: la profesora es morena, va vestida de forma
vulgar, incluso con manchas; es la mujer que el abogado ve
diariamente, cuya presencia resulta rutinaria, que no suscita interés
alguno en Mitch. Por otra parte, Melanie es rubia -recuérdese la
fascinación que ejercían en Hitchcock las mujeres de pelo rubio-,
va vestida de forma inusualmente elegante; si la profesora
personifica lo rutinario y lo cotidiano, Melanie encarna lo novedoso
y lo fascinante.
Mitch no tarda en enamorarse de
Melanie, hecho que no pasa desapercibido a la madre de éste, una
mujer viuda que parece no haber superado la muerte de su marido y que
tampoco se libra de la perturbación creada por Melanie, ya que
experimenta un profundo temor a sentirse sola al comprender que su
hijo ha encontrado el amor de su vida. ¿Realmente rechaza a Melanie
porque tiene miedo a perder a tu hijo y quedarse sola? Resulta
curioso que antes de cenar llame al granjero que le suministra el
pienso a las gallinas quejándose de que no se lo comen ¿y si quien
realmente no quiere comer es el granjero que rehúsa cenar con la
familia y desvelar así su relación con la Sra Brenner?
Dos personas mueren durante la
película debido al ataque de los pájaros, el granjero anteriormente
citado y la profesora, además de las heridas que sufre Melanie en el
desván y que casi le cuestan la vida de no ser por la intervención
de Mitch. Porque quizá también la madre es un pájaro que se
enfrenta a todos aquellos que quieren arrebatarle a su hijo y que al
final tiene que rendirse ante la evidencia de que si se enfrenta a
Melanie le perderá irremediablemente. O quizá también Melanie es
verdugo y víctima de la perturbación que genera a su alrededor. Y la paz sólo vuelve a Bahía Bodega cuando ella se marcha bajo la atenta mirada de los pájaros
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