martes, 2 de diciembre de 2014

El Club de la Lucha


Corria el año 1999 cuando David Fincher estrenaba “El club de la Lucha”. Basada en la novela homónima de Chuck Palahniuk, el filme levantó reacciones contrapuestas tanto en el público como en la crítica; mientras que para unos era un filme excesivamente violento, amoral y una apología del terrorismo y del vandalismo, otros vieron en ella un profundo mensaje oculto bajo el ropaje de unas imágenes poderosas y un tratamiento del lenguaje cinematográfico que rompía con todo lo anterior ofreciendo una narración fragmentada, unos travellings imposibles a través de los objetos e incluso tanteos con el lenguaje subliminal. En cualquier caso se trata de una película cuyo complejo significado no es facil de descifrar en una sola visión y por eso tuvo un gran éxito comercial su versión en dvd, que la encumbraron a la categoría de filme de culto.
No es casualidad que se estrenara precisamente el mismo año que Matrix, pues ambas son producto del cambio de milenio, solo que mientras el filme de los hermanos Wachowski muestra la fascinación ante las nuevas tecnologías -telefonía móvil, videojuegos e internet especialmente, el filme que nos ocupa incide en la consecuencia de tales avances tecnológicos: en el consumismo propagado por los medios de comunicación que obliga a trabajar en oficios detestables tan solo para rodearse de objetos que sólo producen vacío existencial e infelicidad. A fin de cuentas, las cualidades extraordinarias (felicidad, capacidad de seducción, éxito...) atribuidas por los medios de comunicación a los bienes de consumo llevan al que los adquiere a vivir una existencia no menos irreal que la de los prisioneros de Matrix.
Asi pues, la película se erige como una critica a la sociedad consumista, a sus valores, mitos y mentiras y lo hace a través de los ojos de unos personajes atrapados en este sistema que, insatisfechos y desengañados, han tocado fondo y desean liberarse y liberar a cuantos les rodean. Cuatro son los personajes importantes, que al final terminan reduciéndose a dos, o quizá fueron tres desde el principio... Pero no adelantemos acontecimientos.


1.- El narrador
Aunque muchos seguidores lo conocen como Jack, lo cierto es que se desconoce su nombre, tal confusión viene de los artículos que lee en las revistas que se acumulan en la casa de Tyler; él es el paradigma del consumista que se ve obligado a desempeñar un trabajo aburrido y estresante para poder comprar cachivaches con los que rellenar su piso y, por ende, el vacío de su vida. Debido a sus continuos viajes en avión con el consiguiente jet lag y el hastío que le produce su estilo de vida sufre de insomnio y, aconsejado por su médico, comienza a asistir a toda clase de grupos de autoayuda de enfermos de las más variopintas dolencias. En un sociedad caracterizada por el hedonismo y el individualismo el protagonista encuentra comprensión, acogida y el consuelo de saber que hay personas que lo están pasando peor que él, encontrando una paz interior que la sociedad de consumo no puede darle y así logra conciliar el sueño.
El narrador despertando de su insomnio descubre la verdadera realidad

2.- Marla Singer
Es una chica que asiste a los mismos grupos de autoayuda fingiendo tener toda clase de enfermedades al igual que el protagonista. En Marla el vacío existencial y el hastío han llegado a su grado máximo y su mayor deseo es morir para terminar con aquella vida insoportable. Él narrador se ve reflejado en ella y comprende que si sigue con ese estilo de vida terminará como ella, por lo que el insomnio vuelve a hacer acto de presencia en su vida. Sus vidas se separan cuando el narrador deja de asistir a grupos de autoayuda, pero sus destinos volverán a unirse más adelante.

3.- Robert “Bob” Paulson

En una sociedad donde se ensalza el cuerpo y la imagen personal, este personaje es la encarnación de tales premisas llevadas a su paroxismo. Antiguo culturista, su obsesión por estar cachas le condujo a tomar toda clase de esteroides y anabolizantes, que unido a la extirpación de sus testículos lo han convertido en una criatura grotesca. Conoce al narrador en los grupos de autoayuda y se hacen amigos, posteriormente él será uno de los más acérrimos seguidores del Club de la lucha, hasta el punto de dar la vida por él. Su muerte será el detonante del inesperado giro copernicano que se producirá en el guión más adelante.

4.- Tyler Durden

Conoce al narrador durante uno de sus múltiples viajes en avión y termina viviendo en su casa después de que su piso -y, por tanto, todas sus pertenencias y su mundo- volara por los aires. Es el alter ego del protagonista; rechaza todos los valores y mitos de la sociedad de consumo, tales como la obtención de la felicidad a través de la posesión de objetos, la esclavitud de las multinacionales, el hedonismo o la obsesión por la tecnología. En su lugar propugna un estilo de vida basado en el nihilismo, el primitivismo y el rechazo a las posesiones materiales y a la tecnología. Juntos descubren a través de la violencia una vía de escape a sus frustraciones, rabias y desilusiones generadas por las falsas promesas de la sociedad de consumo.
Los combates en el Club de la Lucha
En una sociedad donde se valora sobremanera el hedonismo, la imagen personal y la competitividad, a través del dolor se experimenta felicidad y plenitud, las cicatrices en la cara se convierten en signo de identidad y las peleas una diversión donde no importa ganar o perder.
Tyler, el alter ego del narrador

Tyler (narrador) Durden
A pesar de a que los integrantes del club les está prohibido hablar del club de la lucha, pronto su número crece hasta formar un pequeño ejército que obedece ciegamente las órdenes de Tyler. Debido a la irrupción de Marla Singer la relación entre ambos personajes se resquebraja, hasta el punto de que Tyler concibe el Proyecto Mayhem a espaldas del narrador. Este proyecto tiene como objetivo la voladura de diversas sedes de entidades bancarias para acabar desde la raiz con la sociedad consumista que tanto odia Tyler.
Tyler y el narrador, las dos mitades de una misma persona
Y en ese momento se produce un inesperado giro en el guión que obliga a replantearse todo el filme desde el principio. Tyler Durden desaparece una mañana y todo el mundo lo confunde con el narrador, hasta que descubre estupefacto que en realidad son la misma persona. En realidad, a lo largo del filme existen varios indicios que demuestran que son la misma persona:

  • En algunas escenas en las que está presente el narrador Tyler aparece fugazmente en la pantalla
  • en la escena del coche, el narrador sale también por el lado del conductor
  • Cuando Marla les llama diciéndoles que se ha tomado una sobredosis de pastillas para dormir y Tyler oye la llamada y acude a su piso, ella no se sorprende
Diversas imagenes subliminales diseminadas en el filme

El narrador y Tyler encarnan las dos naturalezas presentes en todo ser humano, el bien y el mal, el que se arriesga y el que se conforma, al que sigue al rebaño y al que sigue sus propios pasos, el que pone en peligro su vida sin sentido y el que busca el sentido de la vida. No es casual que ambos convivan en una casa destartalada, pues simboliza la “destrucción” de la psique del personaje, e incluso su aspecto externo recuerda a la mansión de Norman Bates, el personaje bipolar por excelencia de la historia del Cine. Estas dos mitades conviven en armonía aprendiendo el uno del otro hasta que dos acontecimientos hacen reaccionar al narrador y éste comprende que su vida corre peligro y el Proyecto Mayhem se ha convertido en un juego peligroso completamente alejado de su propósito original:

El primer acontecimiento es el accidente de coche, en busca de nuevas emociones frente al hastío de su vida Tyler conduce de forma temeraria y sufre un accidente de tráfico que casi acaba con su vida. Al despertar descubre que su otro yo es un peligro y decide romper su relación con él, pues al enamorarse de Marla su vida adquiere un sentido y decide no seguir arriesgando su vida

El segundo acontecimiento es la muerte de Bob. Los miembros del Club reaccionan a su muerte con absoluta frialdad, a fin de cuentas para Tyler cada uno de los integrantes son sólo piezas de un engranaje, peones de ajedrez al servicio de un plan que pueden ser sacrificados si es preciso. En ese momento el narrador descubre que el proyecto Mayhem se ha convertido en una sociedad paralela que no difiere mucho de la sociedad contra la que lucha, unicamente se diferencia en sus valores: las frases de Tyler se han convertido en slogans que sus adeptos repiten machaconamente, en el club el individuo cuenta tan poco como en la sociedad, el club se defiende de la sociedad de la misma manera que ésta se defiende del club (escena de la tortura al congresista) y el lavado de cerebro que Tyler ejerce con sus adeptos no difiere mucho del que utiliza esta sociedad con los “adeptos” a sus valores.
El aleccionamiento del Club de la Lucha
Pero cuando el narrador reacciona ya es demasiado tarde, el proyecto Mayhem tiene vida propia y cuenta con clubes de lucha y adeptos diseminados por todo el país, tal y como constata cuando desanda el camino que ha seguido en sus múltiples viajes de negocios a lo largo y ancho de la geografía del país, además de sus influencias en las fuerzas del orden. En ese punto al narrador se le plantea una disyuntiva, por una parte está su desbocado alter ego al que desea eliminar y por otro los valores anticonsumistas que ambos comparten y que les unen;
¿Quien empuña el arma, Tyler o el propio narrador?
de modo que el narrador decide acabar con Tyler y a la vez seguir con su cruzada contra el consumismo de la mano de Marla, la persona que da sentido a su vida, y ambos contemplan desde un ventanal como los explosivos colocados e ideados por Tyler y sus secuaces cumplen su cometido...
El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos

jueves, 16 de octubre de 2014

LOS PAJAROS DE ALFRED HITCHCOCK

Corría el año 1963 cuando Hitchcock estrena “Los pájaros”. Inspirándose muy libremente en un relato escrito por Daphne Du Maurier que describe como unas aves se abalanzan como si de un ataque kamikaze se tratara sobre una localidad sembrando el terror y el desconcierto entre sus habitantes. Este relato parte de un misterioso hecho real sucedido en una localidad californiana en la que un grupo de gaviotas -intoxicadas al parecer por la toxina de ciertas algas- enloquecieron y se abalanzaron sobre sus habitantes que la autora enriqueció con sus vivencias personales durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.
Desde su estreno la película generó en el subconsciente de todo cinéfilo la pregunta ¿por qué atacan los pajaros?, y muchas y muy variadas han sido las respuestas, sobre todo si se tiene en cuenta de que el filme no ofrece ninguna respuesta satisfactoria por boca de sus protagonistas que despliegan toda una panoplia de posibles significados que abarcan desde lo apocalíptico-religioso a lo científico (vease la conversación en el bar) y que el propio director británico respondió a las preguntas de los críticos de cine con respuestas vagas y acomodaticias. Confieso que me produce cierta zozobra tirarme a ese río de tinta creado por las múltiples interpretaciones que los críticos han realizado sobre el filme y que mis respuestas a ese gran interrogante pueden resultar disparatadas, pero supongo que todo cinéfilo que se precie debe adentrarse tarde o temprano en la retorcida mente de este genio que fue Hitchcock.
Más que preguntarse por qué atacan habría que preguntarse qué significan los pájaros, y la respuesta tiene nombre y apellidos: Melanie Daniels, la díscola hija del dueño de un importante periódico de San Francisco que con su rebeldía y su osadía es capaz de perturbar no solo la anodina vida de Mitch, un oscuro abogado fascinado por esa mujer a la que conoció en un juicio, sino también la de su familia y romper el status quo de Bahía Bodega, un tranquilo pueblecito próximo a San Francisco. El verdadero significado del filme se despliega a través de unos diálogos cargados de metáforas y dobles sentido que intentaré descifrar a continuación.
Mitch y Melanie entran en contacto en una pajarería, en donde un sarcástico Mitch consigue sacar de quicio a Melanie mencionándole el juicio en el que él estuvo presente como abogado. A través de los diálogos se descubre que Melanie, hija del dueño de un famoso periódico, indujo a que un desconocido lanzara piedras a modo de venganza contra la sede de un periódico rival y Mitch estuvo presente en el juicio consiguiente en calidad de abogado. Mitch se quedó prendado de ella, y la siguió hasta la pajarería; pero hay algo en los diálogos que induce a pensar que nada en el encuentro es casual, resulta curioso que se hable de los pájaros mina -conocidos por su capacidad de imitar la voz humana- justo cuando Mitch entra en la tienda. Quizá el pájaro que tanto espera Melanie sea en realidad el abogado...
Pero tampoco Bahia Bodega se libra de su presencia perturbadora, pues nada más llegar al pueblo se interesa por la familia de Mitch, a la que desconoce por completo, y con sus preguntas revela un misterio que todo el pueblo se esfuerza por esconder. Resulta extraño que al preguntar en la tienda por el nombre de la hermana de Mitch desconozcan su nombre y que le informen de que quien mejor la conoce es la maestra. ¿Y si no fuera en realidad su hermana sino su hija y la maestra fuera su madre? Eso explicaría porque durante el ataque de los pájaros la maestra se muestra tan protectora con la hermana de Mitch. Se trata de un pueblo donde todos se conocen y resulta extraño que no sepan el nombre de la hija, o quizá no lo saben porque la hermana de Mitch no existe... La clave está en la escena en donde Melanie y la niña se encuentran por primera vez; ella se sorprende a ver a Kathy, tal vez al constatar la diferencia de edad que hay entre ambos, a lo que contribuye el vestido infantil que lleva la hermana de Mitch. En un fetichista de la talla de Hitchcock, que llegaba incluso a elegir personalemente la ropa de sus protagonistas femeninas, tales detalles no resultan un asunto baladí.
En el diálogo que entablan Melanie y la profesora se hace patente la relación que hubo entre Mitch y ésta y que él es el motivo de que siga en el pueblo, aunque la relación entre ambos se haya enfriado. O tal vez se quedó en el pueblo ejerciendo como maestra para estar cerca de su hija... ¿Qué sentido tiene malgastar tu vida en una relación a todas luces imposible. Y la presencia de Melanie no hace sino reabrir esas viejas heridas y suscitar celos en la profesora. Tampoco resulta banal las diferencias físicas entre ambas mujeres a la hora de comprender cómo Mitch percibe a ambas: la profesora es morena, va vestida de forma vulgar, incluso con manchas; es la mujer que el abogado ve diariamente, cuya presencia resulta rutinaria, que no suscita interés alguno en Mitch. Por otra parte, Melanie es rubia -recuérdese la fascinación que ejercían en Hitchcock las mujeres de pelo rubio-, va vestida de forma inusualmente elegante; si la profesora personifica lo rutinario y lo cotidiano, Melanie encarna lo novedoso y lo fascinante.
Mitch no tarda en enamorarse de Melanie, hecho que no pasa desapercibido a la madre de éste, una mujer viuda que parece no haber superado la muerte de su marido y que tampoco se libra de la perturbación creada por Melanie, ya que experimenta un profundo temor a sentirse sola al comprender que su hijo ha encontrado el amor de su vida. ¿Realmente rechaza a Melanie porque tiene miedo a perder a tu hijo y quedarse sola? Resulta curioso que antes de cenar llame al granjero que le suministra el pienso a las gallinas quejándose de que no se lo comen ¿y si quien realmente no quiere comer es el granjero que rehúsa cenar con la familia y desvelar así su relación con la Sra Brenner?

Dos personas mueren durante la película debido al ataque de los pájaros, el granjero anteriormente citado y la profesora, además de las heridas que sufre Melanie en el desván y que casi le cuestan la vida de no ser por la intervención de Mitch. Porque quizá también la madre es un pájaro que se enfrenta a todos aquellos que quieren arrebatarle a su hijo y que al final tiene que rendirse ante la evidencia de que si se enfrenta a Melanie le perderá irremediablemente. O quizá también Melanie es verdugo y víctima de la perturbación que genera a su alrededor. Y la paz sólo vuelve a Bahía Bodega cuando ella se marcha bajo la atenta mirada de los pájaros






sábado, 12 de julio de 2014

EYES WIDE SHUT

            Pocos días después del estreno de esta película fallecía Stanley Kubrick dejando para la posteridad una docena de películas de heterogénea temática pero con el denominador común de un exacerbado perfeccionismo y la exploración de los más bajos instintos de la especie humana, tales como la violencia, ya sea a través de la guerra (La Chaqueta Metálica, Senderos de Gloria) o de la violencia individual (La Naranja Mecánica, El Resplandor) y el sexo (Lolita y la película que nos ocupa)
            Eyes Wide Shut fue el producto de un rodaje largo y complicado que dio lugar a rumores de todo tipo, entre los que destaca su relación con el desgaste del matrimonio de los actores Tom Cruise y Nicole Kidman, las supuestas escenas de alto contenido sexual protagonizadas por los susodichos o incluso la extraña muerte de Kubrick, que alimentó disparatadas teorías de la conspiración relativas a los supuestos mensajes ocultos en su obra póstuma. En cualquier caso, el resultado es una película de gran potencia visual como no podía ser menos en el genio neoyorkino, con una trama aparentemente simple pero repleta de símbolos que obligan al espectador a estar permanentemente atento, con momentos sublimes pero también con debilidades. Viéndola se diría que el obsesivamente perfeccionista Kubrick le hubiera dado un último repaso antes de que viera la luz -algo habitual en él-, pero la muerte se lo impidió. En cualquier caso es su obra póstuma y un compendio de su forma de entender la vida y el séptimo arte.
            La película es una adaptación muy libre de la novela “Relato Soñado” del Arthur Schnitzler, un novelista austríaco discípulo de Freud que describe desde una óptica psicoanalítica cómo se va destruyendo paulatinamente la relación de pareja de un matrimonio vienés de principios del siglo pasado debido a la confesión de la infidelidad deseada de la mujer que lleva a su marido a una serie de encuentros sexuales durante unos carnavales. Kubrick traslada la historia al Nueva York de los 90 y utiliza la relación de pareja como una estructura desde la que desarrolla una historia mucho más profunda, con implicaciones políticas e incluso esotéricas que voy a desarrollar a continuación

1) lo psicoanalítico
            Bill Hartford es un médico neoyorkino casado con Alice y tienen una hija llamada Helena. Su posición económica es desahogada, vive en un piso lujoso y entre sus pacientes se encuentra lo más selecto de la alta sociedad de Nueva York. Con motivo de las fiestas navideñas uno de sus pacientes llamado Ziegler organiza un baile en su casa al que son invitados los Hartford. Durante el mismo Bill es seducido por dos modelos que le proponen relaciones mientras que Alice rechaza la proposición sexual de un seductor médico.
            Su comportamiento en el baile desemboca en una discusión del matrimonio bajo el influjo del cannabis acerca del deseo sexual que termina cuando Alice le confiesa que en una vez deseó cometer adulterio con un desconocido. Esta confesión lleva a Bill a realizar un viaje que pondrá en peligro su propia vida y la de su familia.
            Kubrick abre las puertas de la casa de un matrimonio aparentemente feliz, pero un análisis más detallado muestra que sus cimientos están carcomidos por el hastío y el deseo. Alice está cansada de su vida de ama de casa y de tener que depender económicamente de su marido al perder su trabajo -como le confiesa al médico húngaro-, de un marido que la ignora -en el baño ella le pregunta ¿que tal estoy? Y responde preciosa sin mirársela- y de que su marido la use como acompañante en las fiestas a las que asiste para codearse con la alta sociedad. Por consiguiente, Alice desea darle un nuevo rumbo a su vida, esta es la verdadera advertencia que le lanza a Bill con la confesión de su infidelidad de palabra mas no de obra: que lo hubiese dejado todo (para cambiar de vida) por un desconocido. Pero Bill, atormentado por la imagen recurrente de su mujer en brazos de otro hombre, emprende un peligroso viaje nocturno en el que descubrirá nuevas formas de entender la sexualidad que pondrán en peligro no solo su matrimonio sino también su vida. Finalmente, un Bill derrotado y arrepentido confiesa a Alice sus infidelidades y sus miedos y mutuamente deciden que solo el sexo es la solución a su crisis matrimonial
Celos, infidelidad, lo onírico y lo real, la pulsión sexual, son elementos presentes en la obra “Relato Soñado” de Schniztler -un discípulo privilegiado de Freud-, que Kubrick incorpora su película pero sobre este armazón el cineasta teje toda una maraña de mensajes ocultos que obligan al espectador a estar permanentemente atento a todos los pequeños detalles.

2) Lo Esotérico
            Conmocionado por la confesión de Alice, Bill emprende un viaje nocturno que le conducirá hasta una mansión llamada Somerton en la que un grupo de carácter iniciático y esotérico celebra orgías bajo la protección de unas máscaras; aunque a decir verdad, este viaje comienza mucho antes, concretamente en el baile organizado en la casa de Ziegler. Los anfitriones saludan a los Hartford y Victor realiza a Bill un comentario acerca de sus partidas de squash, este diálogo no tendría mayor importancia de no ser por la breve escena intercalada en los títulos de crédito en la que vemos a Alice quitándose de una forma muy sugerente un vestido en su dormitorio.  Teniendo en cuenta la extrema minuciosidad de Kubrick, incluso el más mínimo detalle intercalado en las escenas tiene su importancia, asi, vemos que a la izquierda de los pies de Alice vemos dos raquetas y que el vestido que se está quitando es negro, y no de color crema como el que llevaba en el baile y a la derecha hay varios zapatos de tacón; por lo tanto esta escena es cronológicamente anterior a la primera escena con la que se abre la película, en la que vemos a los Hartford preparándoe para ir al baile. ¿Y si el saque y el juego al que se refiere Ziegler es una metáfora que hace referencia a Alice, que ambos se “pasan” durante el juego? En cuanto al vestido negro y los tacones, son una referencia a las capas negras y los zapatos de tacón que llevan las asistentes a Somerton.
Entre los títulos de crédito, como un destello, una breve imagen fuera de contexto repleta de detalles simbólicos. 
            Durante el baile en casa de Ziegler, dos modelos proponen a Bill relaciones sexuales en un lugar que se encuentra “más allá del Arco Iris”. Mientras que el médico húngaro propone a Alice que le enseñará la colección de esculturas renacentistas de Ziegler. El arcoíris es el nombre de la tienda de disfraces, que provee de indumentaria y de mujeres a los asistentes a la orgía y el renacimiento es precisamente la época de máximo esplendor del carnaval de Venecia, conocido por sus máscaras, las mismas que utilizan los asistentes a Somerton. Alice logra desembarazarse del médico alegando su condición de mujer casada, no sin antes besar su dedo índice y acercarlo a los labios del hombre, en un gesto impropio de alguien que está rechazando a otra persona. Ese gesto debe interpretarse más bien como un hasta pronto, ya nos veremos: en Somerton, evidentemente. Refuerza esta idea el hecho de que bebe de la misma copa de Alice, tomándose al pie de la letra las sugerencias realizadas por Ovidio en su obra “arte de amar”, un verdadero manual sobre el arte de la seducción. En el caso de Bill, debe dejar a las dos modelos cuando es requerido por Ziegler, quien está manteniendo relaciones con una prostituta en el baño que acaba de desmayarse por el efecto de las drogas. Así pues, hay en esta fiesta dos niveles, por un lado está el baile, con sus relaciones personales políticamente correctas y sus convenciones sociales; y por otro el adulterio, la prostitución, los encuentros sexuales a escondidas, lo oculto, lo prohibido, lo políticamente incorrecto, en definitiva.
            Compárese el baño de Ziegler, barroco, gigantesco, recargado con el baño de los Hartford, pequeño y funcional, señalando así que el anfitrión pertenece a la élite mientras que Bill es sólo alguien que se codea con la alta sociedad, pero que no pertenece a la misma. Abundan en la filmografía del genio neoyorkino los aseos como lugares que simbolizan lo oculto, lo íntimo, lo privado de los personajes, como oculto es lo que Ziegler practica en la intimad de su baño. La estancia está presidida por un cuadro que representa a una mujer desnuda, preludio de lo que está por venir en Somerton.
            La prostituta está insconciente recostada sobre un sofá de color rojo y cuando Bill logra que recupere la conciencia, la cubre con una manta azul. Estos dos colores y el violeta como combinación de ambos aparecen frecuentemente a lo largo del filme; el rojo simboliza la tentación, y el sexo como instinto; mientras que el azul simboliza el hogar y el amor conyugal; el violeta simboliza la dicotomía entre el sexo por el sexo y el amor.
Un baño suntuoso, colores simbólicos y sexo a escondidas en una fiesta de la alta sociedad
             En cuanto a la decoración de la casa de Ziegler, abundan en ella los motivos navideños tales como abetos y luces de colores, de entre todos estos motivos destaca una estrella de siete puntas presente en casi todas las estancias, y que por estar iluminada parece un adorno navideño más, pero es en realidad la estrella de Ishtar, una divinidad babilónica cuyo culto estaba asociado a ritos de fertilidad y hierogamia. Así pues, lo neopagano y lo judeocristiano se superponen a lo largo del filme como dos realidades que conviven en ese pequeño universo que conforma el Nueva York de Kubrick.
Una estrella de Ishtar convertida en adorno navideño con espumillones y luces, lo neopagano y lo judeocristiano fusionados
            Después de la confesión de Alice, Bill sale de casa para atender a la hija de un paciente que acaba de morir. Obsesionado con la imagen de su mujer en brazos de otro hombre, Bill vaga sin rumbo por la ciudad hasta que le sale al encuentro una prostituta llamada Dominó, quien le propone sexo por dinero en su domicilio. La puerta de color rojo del bloque de pisos ya sugiere que al otro lado se encuentra el sexo puro y duro, sin embargo el color violeta del vestido de Dominó indica que ante la prostituta Bill se enfrenta al dilema entre la pasión y el amor, y será una llamada de su mujer la que incline la balanza hacia este último extremo. Tanto su nombre –Dominó es el nombre de una máscara veneciana- como las múltiples máscaras que decoran el piso sugieren que también ella forma parte del grupo de Somerton; pero ella es sólo el último escalafón de la jerarquía, como lo demuestra el piso destartalado y sucio en el que vive, en comparación con las opulentas viviendas de Ziegler y Hartford, prostitutas destinadas a satisfacer los deseos sexuales de plutócratas.
Mascaras por doquier, adornos navideños y una prostituta con nombre de máscara veneciana, el preludio de Somerton
            ¿Y si el encuentro con Domino fuera el primer acto de un rito iniciático destinado a introducir a Bill en Somerton con el objeto de comprobar si está dispuesto a mantener relaciones fuera del matrimonio fuera de todo compromiso? Si así fuera, no ha superado la prueba, y sin embargo Bill prosigue su paseo nocturno que le conducirá a la mansión. Sus pasos le conducen hasta un club de Jazz donde actúa su amigo Nithingale, con quién se encontró después de mucho tiempo en la mansión de Ziegler. El color predominantemente rojo del club ya sugiere que es una antesala del sexo desenfrenado; durante la conversación con Nithingale -en ingles ruiseñor, el pájaro que canta en la noche, precisamente lo que hace el músico-, le habla de que su próxima actuación será en una fiesta llena de despampanantes mujeres desnudas que ha podido ver a pesar de tocar con los ojos vendados. Durante la charla recibe una llamada telefónica y Nithingale escribe apresuradamente una palabra en una servilleta. ¿Ha cometido el músico una imprudencia al hablarle de las mujeres desnudas y escribir la contraseña ante los ojos de Bill o tal vez se trate de una argucia destinada a despertar en el médico el deseo de asistir a la fiesta? No es casualidad que la contraseña sea Fidelio, pues en primer lugar se trata de la única opera de Beethoven –Kubrick era una gran melómano- y además la obra es una apología de la fidelidad matrimonial, precisamente todo lo contrario a lo que se ensalza en Somerton.
            Ahora Bill conoce la existencia de la orgía y la contraseña, pero para asistir a la misma es preciso ir vestido de una determinada manera, y se dirige a una tienda de alquiler de disfraces llamada “más allá del arco iris”, nombre que ya le fue insinuado a Bill por una de las modelos de la fiesta de Ziegler. Abundan en el interior de la tienda los trajes y máscaras venecianos a modo de preludio como ya ocurriera en la casa de dominó, claro indicio de que el dueño de la tienda también está involucrado en la secta. Mientras el dueño y Bill deambulan por la tienda buscando la indumentaria, el dueño descubre a su hija manteniendo relaciones con dos orientales ataviados con pelucas y con un maquillaje que desfigura sus rostros, acto seguido el dueño encierra a los dos hombres con llave en una habitación bajo la amenaza de llamar a la policía. Esta escena contiene una advertencia para Hartford: los no iniciados que asistan a la fiesta serán castigados. Antes de que la hija del dueño se marche le susurra al médico una frase al oído apenas audible: “deberías llevar una capa forrada de armiño” La piel de este animal se asocia habitualmente a la indumentaria de los papas y nobleza en general, así pues la frase significa que para ir a la fiesta no basta con llevar una capa y una máscara, sino que también hay que pertenecer a la élite a la que Bill, aunque intente parecerlo con sus alardes de riqueza, no pertenece.
Mas allá del arco iris se encuentra Somerton y la tienda de disfraces es la puerta de entrada
            Bill ya posee todo lo necesario para asistir a la orgía, así que toma un taxi que le lleva hasta una mansión en las afueras de la ciudad denominada Somerton. Resulta significativo que la reja de la puerta sea de color azul, puesto que estos grupos secretos ansían ofrecer una apariencia de “normalidad” hacia el exterior y que el coche que conduce a Bill hasta la puerta de la mansión sea rojo, pues más allá de la puerta de entrada ya no hay nada que esconder y reina el sexo sin límites.
            Hartford llega cuando la ceremonia ya ha comenzado, así que ni él ni los espectadores sabemos cómo empieza, ¿acaso no puede considerarse todo el periplo del doctor como un rito iniciático destinado a comprobar su predisposición a mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio al estilo de Somerton? Resulta significativo que dentro de la mansión no se encuentran los adornos navideños presentes en todas las escenas del filme, que han sido sustituido por una decoración de corte oriental; en Somerton no impera la tradición judeocristiana que impregna toda la sociedad, que ha sido sustituida por la tradición oriental que ensalza el placer dentro del sexo, baste recordar el kamasutra, el tantrismo o la filosofía Thelema, fundada por el ocultista británico Aleister Crowley.
            Al entrar Bill es saludado desde el palco por dos personas ataviadas con máscaras venecianas, que sin duda son el dueño de la tienda de disfraces y su hija, que son los únicos que saben qué mascara ha adquirido el protagonista. Hartford se sitúa entre un grupo de personas ataviados al igual que él con máscaras y capas y contempla una ceremonia en la que unas mujeres con el mismo atuendo que el resto de participantes se desnudan para acto seguido marchar con la pareja que han elegido de entre los asistentes. Ante sus ojos se desarrolla una ceremonia con un marcado carácter litúrgico: el incensario, los gestos ritualizados, la música, los bastonazos que señalan el tempo de la ceremonia… En esta liturgia ya no se busca el encuentro del hombre con lo divino, sino el encuentro del hombre con el hombre y la experiencia mistico-religiosa ha sido sustituida por la experiencia orgiástica.
Solo el dueño de la tienda de disfraces y su hija saben qué mascara usa Bill, por eso le saludan ¿o le advierten de que es un impostor?
            Una de las mujeres escoge a Hartford y a solas le advierte de que es un impostor y de que su vida corre peligro, pero la curiosidad de Bill es demasiado fuerte y deambula por la mansión contemplando toda clase de actos sexuales sin participar en ninguno de ellos y sin ni siquiera contemplarlos. Finalmente Bill es conducido de nuevo a la gran sala donde tuvo lugar la ceremonia, pero el escenario ha cambiado completamente, las máscaras de los asistentes son ahora grotescas y deformes y en el centro del círculo se encuentra el hombre de la capa roja sentado en un trono adornado con un águila bicéfala y un globo terráqueo, en alusión a la masonería, paradigma de las asociaciones ocultistas e iniciáticas. El maestro de ceremonias pregunta a Hartford acerca de la contraseña de entrada, que responde satisfactoriamente, pero no sabe cuál es la segunda contraseña y su engaño queda al descubierto. El músico solo conocía la contraseña de entrada a la mansión, puesto que cuando está dentro tiene los ojos vendados porque no ha sido iniciado, y sólo los iniciados conocen la segunda contraseña que abre las puertas de la ceremonia. Esa contraseña es la predisposición a mantener relaciones sexuales por placer, algo a lo que ni Bill ni Nithingale –felizmente casados- no están dispuestos. Y cuando Bill va a recibir el castigo como impostor, la mujer que anteriormente le advirtió de que se marchara de allí se sacrifica por él aceptando el castigo impuesto al médico. Sugestionado por toda la parafernalia religiosa que impregna el ambiente, Bill contempla como la chica es llevada de allí por un enmascarado.
Enmascarados bailando como en la fiesta de Ziegler, con la decoración oriental, el no-iniciado con los ojos vendados y los sexos confundiéndose  bajo máscaras
             Un conmocionado Bill regresa a casa y nada más entrar apaga el árbol de Navidad, pues ya conoce lo que hay más allá de la puerta de Somerton. Su mujer está riéndose en la cama, acaba de despertarse y le cuenta a Bill que ha soñado que mantenía relaciones con el marinero ante una multitud entre la que se encontraba su marido. Resulta significativo que Bill escuche esta narración precisamente cuando regresa de una orgía...
            Espoleado por el deseo de saber qué suerte corrió la mujer que se ofreció en sacrificio y su identidad, Bill emprende un nuevo viaje, pero su búsqueda resulta infructuosa: Nithingale ha huido después de haber recibido una paliza a manos de unos sicarios, Dominó ha contraido el sida y ha desaparecido, las puertas de Somerton se cierran ante él y al devolver el traje descubre que la máscara ha desaparecido. Su búsqueda no ha servido para nada, pero su periplo se ha convertido en un viaje iniciático que ha transformado interiormente a Bill: Ya no tiene reparos para seducir a la compañera de piso de Dominó y el dueño de la tienda de disfraces ofrece a su hija a Bill al tiempo que los orientales -que en realidad son una imagen del protagonista- han llegado a un acuerdo con el dueño y han disfrutado de la compañía de la chica. En definitiva, Hartford es ahora un iniciado que no siente prejuicios para mantener relaciones sin amor.
           
3) lo político
            De repente un asustado Bill descubre que un desconocido le sigue y todos los temores que le generaron las advertencias lanzadas por el maestro de ceremonias. Huyendo de su perseguidor entra en un bar; suena de fondo el Requiem de Mozart y en la primera página del periódico se puede leer “suerte de estar vivo” ¿está su vida realmente en peligro o son sus miedos los que le hacen creer que es así? Entonces lee un artículo acerca de cierta modelo llamada Amanda Curran que ha muerto de sobredosis y piensa que aquella mujer podría ser la que se ofreció en sacrificio en su ceremonia, y valiéndose de su carné de médico a modo de salvoconducto como ha hecho a lo largo del filme, logra acceder al depósito de cadáveres y cree reconocer en ese cadáver a esa mujer. Pero no es la mujer que se ofreció en sacrificio, sino más bien la que auxilió en la fiesta de Ziegler, coincide su nombre -Amanda y Mandy, una abreviatura- y su físico.
            Al salir, recibe una llamada telefónica, quien le solicita  que vaya a su casa, éste le recibe en una sala de billar llena de detalles simbólicos que desgranaremos más adelante. Durante la conversación Ziegler le confiesa que estuvo en la ceremonia, que el sacrificio no fue más que una pantomima, que los integrantes de la ceremonia eran gente muy poderosa, que mandó que le siguieran y que Mandy no era más que una prostituta que murió por sobredosis y que ellos no tienen nada que ver en su muerte. ¿Es eso cierto o por el contrario se trata de un ardid para tranquilizar a un asustado Bill? Los que se reúnen en la mansión son gente poderosa e influyente que busca dar rienda suelta a sus más bajos instintos en reuniones secretas introduciendo en la mansión a prostitutas de bajo nivel (Mandy y Dominó) para su disfrute a las que pagan con dinero y especies. La premisa fundamental de este grupo –y de todos los grupos de corte iniciático y esotérico- es el secreto, no toleran los intrusos y tampoco que una vulgar prostituta drogadicta los ponga en evidencia con una sobredosis. Los medios de comunicación son una de sus armas principales y su poder es tal que con una noticia pueden convertir un crimen en un vulgar eco de sociedad, como en el caso de Mandy.
            Ha llegado el momento de analizar los mensajes ocultos en la escena: la mesa de billar es roja –color poco habitual-, y Ziegler mientras habla oscila una bola y después una tiza, después se sienta y señala a Bill mientras habla. Todos estos detalles apuntan a una sola dirección: Ziegler es el celebrante que dirigió la ceremonia de Somerton, sus fiestas donde se reúne la flor y nata de la sociedad neoyorkina son solamente la parte visible de una secta iniciática donde un grupo selecto de plutócratas se entregan al sexo sin límites; los profanos que asisten a la fiesta observarán cómo los invitados bailan y hablan entre ellos, aunque en realidad es la máscara que utilizan para presentarse ante la sociedad; todo cuanto sucede en la fiesta entra dentro de lo políticamente correcto, de lo socialmente aceptado, aunque secretamente se realizan los acuerdos y los pactos que posteriormente se cristalizarán en las relaciones basadas por el placer por el placer que imperan en Somerton, como les ocurre a los Hartford.

Ziegler es el maestro de ceremonias

            Al llegar a casa, encuentra a su mujer acostada en la cama con la máscara que se extravió en la fiesta encima de la almohada que utiliza Bill, el color de la ropa de cama es morado, el deseo y la estabilidad conyugal se fusionan en la escena. ¿Cómo llegó hasta allí la máscara? Podría tratarse de una advertencia a modo de “cabeza de caballo” por parte de los miembros de la secta para que Bill desista en sus deseos de seguir averiguando, aunque la clave para entender la escena se encuentra en el anterior sueño de Alice; en realidad ella forma parte de la secta, podría haberle preguntado directamente a su marido qué hacía en la orgia, pero así se habría acusado a si misma, en su lugar optó por narrarle un sueño a modo de mensaje subliminal. Alice se acaba de sacar la máscara y lo mismo ha hecho su marido, su apariencia de madre y ama de casa no es más que la máscara que ha utilizado ante su marido y los demás, con la confesión de su deseado adulterio pretendió insuflar vida a su mortecino matrimonio, pero lo que logró fue poner la vida de su marido y su relación en peligro. También Bill se quita la máscara cuando confiesa a su mujer todas las aventuras que ha vivido a raíz del relato de Alice.
Tanto Bill como Alice han utilizado máscaras, ya sea reales o figuradas

           
¿te lo pasaste  bien en la fiesta, Pillín?
En la escena final los Hartford pasean por un centro comercial y mientras Helena se interesa por los juguetes, ellos deciden hacer borrón y cuenta nueva de sus respectivas aventuras y recurrir al sexo en pareja como única terapia para solucionar su matrimonio. Es una escena aparentemente normal, pero en segundo plano dos hombres maduros parecen muy interesados en unos peluches exactamente iguales al que tiene Dominó en su cama, y la niña camina hacia ellos hasta que la escena se corta. Esas dos mismas personas estaban en la fiesta, concretamente sentados ante una mesa a los pies de la escalinata. Bill sigue siendo sospechoso y los miembros de Somerton lo están espiando, Helena es el mejor chantaje que puede ser utilizado contra los Hartford…
Bill no está exento de peligro, lo vigilan y su hija es el mejor chantaje
            En definitiva, Eyes Wide Shut se erige como el canto del cisne de una cineasta genial que dirigió un puñado de películas para una selecta minoría que tuviera la capacidad de leer sus mensajes ocultos. Conspiraciones aparte, este filme desenmascara la doble realidad de una sociedad aparentemente próspera por fuera pero moralmente ruinosa en su interior.

martes, 6 de mayo de 2014

¿Que es matrix?


Corria el año 1999 cuando una campaña publicitaria lanzó a los cuatro vientos la pregunta que da título a este post. Atraidos por el misterio de la palabra Matrix y por unos trailers que anunciaban acción a raudales y apabullantes efectos especiales los cines se llenaron de espectadores sedientos de nuevas sensaciones. Pero quienes tuvieron el privilegio de poder asistir a su estreno se encontraron con una película que rompía con todo lo anterior, no solo por su innovadora puesta en escena, sino también por  su original argumento, una audaz mezcolanza de anime japonés, ciberpunk, cine de artes marciales y filosofía.

Para comprender qué supuso Matrix conviene tener en cuenta el contexto histórico en que vio la luz este filme. El cambio de siglo y de milenio trajo consigo un gran apogeo tecnológico, con Internet creciendo en complejidad y omnipresencia, con teléfonos móviles cada vez más ligeros y con mayores funcionalidades, con videojuegos cada vez más realistas. Es en este ambiente donde comienza a gestarse el concepto de la realidad virtual, una especie de mundo paralelo creado mediante ordenadores, idea fundamental para comprender Matrix.

Aprovechando el enorme éxito comercial de la película los hermanos Wachowski lanzaron en 2003 dos secuelas -Matrix Reloaded y Matrix Revolutions- con el fin de convertir Matrix en una trilogía, pero quienes esperaban ver resueltos todos los interrogantes generados por la primera película, se encontraron con dos películas que añadían nuevos personajes innecesarios y sacrificaban las especulaciones filosóficas en aras de espectaculares escenas de acción que la convirtieron en un filme meramente comercial. Pero siempre nos quedará Matrix  sin recargas ni revoluciones...

A lo largo del filme acompañaremos al protagonista en la búsqueda de la respuesta a una serie de interrogantes que le llevarán a descubrir una realidad paralela llamada Matrix y a los espectadores a cuestionarse el fundamento de la realidad...

¿Qué es lo real?

Thomas Anderson es un programador informático que vive obsesionado con la sospecha de que en el mundo hay una anomalía en el mundo llamada Matrix, asi que por las noches se convierte en Neo, un pirata informático que pasa las noches en vela rodeado de ordenadores buscando la respuesta. Es tal su obsesión que los ordenadores se han convertido para él en una realidad paralela en donde la frontera entre lo real y lo imaginario se diluye, hasta el punto de que llega a preguntarle a uno de sus amigos si alguna vez ha tenido un sueño que pareciera muy real.

Antes de que Neo se hiciera esta pregunta Segismundo, el protagonista de "La vida es sueño" ya se hizo  esta misma pregunta y Descartes hizo de la débil frontera entre la realidad y los sueños uno de los fundamentos de su método filosófico al poner en tela de juicio la realidad mediante la debil frontera que separan los sueños con apariencia de realidad y la realidad verdadera.

Sus pesquisas le llevan hasta Morfeo, otro hacker que define Matrix como una prisión para la mente, como algo que está en todas partes y lo rodea todo y le invita a que vea Matrix con sus propios ojos, para ello le da a elegir entre dos pastillas, una azul y otra roja, la azul le devolverá a su mundo, la roja es la puerta de entrada a Matrix; y puesto que obligar a que alguien sea libre es un oxímoron, Morfeo solo puede invitarle a que tome la pastilla roja.

Pastilla azul o roja, ¿Hubiera elegido Neo la pastilla roja si hubiese sabido qué le esperaba en el mundo real?




¿Qué es Matrix?

Morfeo le promete que si toma la pastilla roja le enseñará hasta donde llega la madriguera de conejos, en una clara referencia a "Alicia en el Pais de las Maravillas", y Morfeo y los suyos entran en la madriguera para rescatar a Neo, que durante toda su vida ha estado viviendo en ella sin saberlo. Porque Matrix es la versión ciberpunk del mito de la caverna de Platón; los avances tecnológicos del nuevo milenio han posibilitado encerrar no solo a un grupo de personas en una caverna, sino a la humanidad entera; y lo que tienen ante sus ojos no son meras sombras de objetos proyectadas en una pared, sino toda una realidad paralela tan real como el mundo e indistinguible de la misma realidad. Y mientras sus mentes sueñan que viven en el mundo, aunque en realidad se trata de imágenes creadas por ordenador e insertadas en sus cerebros; sus cuerpos son prisioneros de las máquinas, convertidos en simples gneradores de energía. Filmes como 2001 o Blade Runner ya especularon con la posibilidad de máquinas inteligentes enfrentándose a los humanos, solo que en Matrix los humanos han perdido la  batalla y los seres humanos se han convertido en esclavas de las mismas.

El hombre esclavo de las maquinas se ve reducido a fuente de energía

También se puede considerar a Matrix como la versión cyberpunk del "genio maligno" cartesiano, por cuanto que es un ente que introduce pensamientos erróneos en el cerebro, solo que aquí el último recurso que Descartes utilizó para poner en tela de juicio de la realidad, se ha convertido en una auténtica realidad paralela totalmente irreal.y que no es solo capaz de engañar a la mente, sino también a los sentidos, induciendo en ellos falsas percepciones. Porque en Matrix no solo subyace Platón, sino también la duda metódica del filósofo francés

Morfeo y los suyos representan a los que han sido liberados de la caverna y regresan para rescatar a sus antiguos compañeros de cautiverio y se encuentran con la incomprensión y el rechazo de éstos; porque para quien ha nacido en Matrix ésta constituye la única y auténtica verdad, y por defenderla están dispuestos a todo, incluso a matar. Por otra parte, y puesto que se trata de una prisión, los que viven en Matrix también se convierten en vigilantes que controlan a quienes intentan o salir de Matrix, de ahí que el Agente Smith -un programa informático creado con el objeto de perseguir y eliminar a los intrusos- tenga la habilidad de tomar la apariencia de cualquier habitante de Matrix; porque cualquiera que está dentro de Matrix es un vigilante en potencia, dispuesto a defender e incluso a matar por lo que considera la verdad

Hay, sin embargo, entre la  Caverna de Platón y Matrix hay una diferencia sustancial: que el prisionero que logra escapar de la caverna no se encuentra con un lugar plácido bañado por la luz del sol, sino con un mundo sumamente hostil en donde los humanos deben vivir  en el subsuelo o en naves cochambrosas debido a que la atmósfera fue destruida en un vano intento de privar a las máquinas de energía solar, siempre acosados por las máquinas, alimentándose con comida sintética y sin la posibilidad de volver al mundo real; en donde son considerados proscritos y perseguidos incesantemente por los agentes. Desde esta perspectiva se entiende la traición de Cifra: es tan aterradora y opresiva la realidad que prefiere seguir viviendo en Matrix, en el mundo irreal ¿cuántas personas hay que prefieren evadirse en un mundo idílico e irreal antes que enfrentarse a la dura realidad?

Viendo el filme podría pensarse que sólo contiene las especulaciones de filósofos antiguos envueltos en un ropaje moderno que poco o nada tienen que decir al hombre contemporáneo pero hay algo en la película que la une todavía más con nuestro tiempo. Cuando sus amigos le piden a Neo el cd pirata, él lo saca de un libro hueco que se titula "Simulacro y simulación" y cuando Morfeo le muestra cómo es en realidad el mundo en el que ha estado viviendo Neo sin saberlo pronuncia la frase: "bienvenido al desierto de lo real", los directores lanzan un guiño al espectador que aporta una nueva dimensión a la película. El título del libro hueco corresponde al de una obra del filósofo y sociólogo posmoderno Jean Baudrillard y una de sus citas es, precisamente, el "desierto de lo real". Según este pensador francés, los medios de comunicación y la publicidad crean una imagen ficticia del mundo real a la que denomina hiperrealidad que termina suplantando la realidad verdadera pues resulta mas "real" que la realidad misma. Como ejemplos de hiperrealidad podrían citarse las fotografías de modelos y artistas retocadas digitalmente, los falsos documentales, la publicidad que otorga poderes casi milagrosos a los productos y a quienes los poseen, las imágenes de los informativos cuidadosamente seleccionadas y censuradas. O dicho de otra manera, la mediación entre la realidad  y lo que el perceptor ve a través de los medios de comunicación se ha vuelto tan real que para el individuo se ha convertido en la única realidad, con lo que el hombre se convierte en un títere en manos de quienes tienen el poder sobre los medios de comunicación, que manipulan la verdad a su antojo para que sigamos viviendo en un sueño al tiempo que la verdadera realidad pierde interés y se desertiza. No es casualidad que Morfeo muestre las ruinas del mundo real a traves de un televisor y sentado en un sofá, paradigma de los mass media y de la desinformación

¿Quienes logran escapar del engaño de Matrix? Al igual que sucede en la realidad, aquellos que no se conforman con la verdad proclamada por los medios de comunicación, los críticos, los inconformistas, los que acuden a fuentes de información alternativas, son los que están más cerca de la puerta que conduce fuera de Matrix. Por eso Neo, Morfeo, Trinity y posiblemente el resto de la tripulación son hackers, personas que rastrean la web buscando la verdad que no cuentan los medios de comunicación.

¿Quién es el elegido?

El cuerpo de Neo ha sido desenchufado de la máquina y ahora es libre, pero su mente sigue prisionera en Matrix, sometida a las leyes y limitaciones que imperan en este mundo irreal y que son un fiel reflejo de las limitaciones del mundo real, tales como la ley de la gravedad o las leyes biológicas (el dolor, las heridas, la imposibilidad de dar grandes saltos...) Para liberarse debe comprender que en Matrix tales limitaciones son tan irreales como esta realidad virtual y que liberando la mente de sus ataduras puede desafiar a su antojo las limitaciones, este es el objetivo del entrenamiento al que es sometido Neo.

Para ello contará con la ayuda del Oráculo, un programa que forma parte de la disidencia contra Matrix y que orienta y guía a los humanos que luchan contra el sistema ayudándose de su capacidad de premonición. De su visita obtiene dos enseñanzas que serán fundamentales en el desarrollo de la película. La primera es la frase pronunciada por el niño que dobla cucharas, que le dice: “No intentes doblar la cuchara, es imposible. En vez de eso piensa que no hay cuchara. La segunda es el vaticinio pronunciado por el oráculo: Neo no es el elegido, tal vez en la otra vida, tiene demasiadas ideas en la cabeza.

No es posible doblar la cuchara, piensa que no hay cuchara, es tu mente quién te dice que la cuchara es rígida y no se puede doblar
Ahora Neo es capaz de ver Matrix como realmente es
Ahora Neo está en condiciones de enfrentarse a los agentes, en un combate que posee más equilibrio de fuerzas a medida que Neo deja de pensar y se limita a actuar, es decir, a medida que libera su mente. En este tramo del filme las referencias al budismo son claras, solo que aquí no se trata de liberar la mente para evitar el dolor, sino de liberar la mente prisionera en las ataduras de Matrix. Sin embargo los agentes logran darle caza y lo matan. Muchos otros han muerto en Matrix, porque el alma no puede vivir sin el cuerpo, en una clara referencia al dualismo platónico; pero para Neo la muerte en Matrix supone la liberación definitiva de su mente, porque quien allí muere no es Neo sino Thomas Anderson, la mente prisionera en Matrix y encadenada por las limitaciones y las leyes físicas y biológicas que imperan en el mundo irreal.
De su muerte renace cual Ave Fenix un nuevo hombre llamado Neo, que ha comprendido que no existen ni las cucharas, ni las balas, ni la muerte, porque todo es apariencia. El descubrimiento de esa verdad le permite ver Matrix tal cual es, como un código de números verdes que combinados dan lugar a todo lo que existe en el mundo irreal. Así se cumple la profecía del Oráculo, que prefirió ocultarle que sabía que era el Elegido para que Neo no pensase que lo era y contribuir así a la liberación de su mente. Y si nada es real, tampoco lo son los agentes, y puesto que su poder proviene de las leyes que rigen el mundo irreal y éstas pueden infringirse, Neo logra vencer al Agente Smith.
Si no existen la cuchara, tampoco existen las balas y, por consiguiente, no pueden herir, porque el cuerpo es sólo una imagen


Termina la película con la voz en off de Neo que parece dirigirse a los que controlan Matrix, advirtiéndoles de que va a contarles a todos que es la verdad, lo que supondrá a la larga el principio del fin del mundo irreal.